



1.
Si algo aportó el cubismo analítico desde sus orígenes fue un modelo pictórico de fragmentación de la figura que conseguía fundirla con su entorno. Un hecho que traería quizá más repercusión en el ámbito militar que en el propio campo artístico. A partir de 1917 tanto la Armada británica como la estadounidense comenzaron a desarrollar diversas estrategias en este campo. El camuflaje para fines bélicos es el arte del engaño visual, ¿a quién encomendar esa tarea mejor que a los artistas, históricamente artífices del engaño visual?
Poco o nada nos haría detenernos en las acuarelas marinas de Norman Wilkinson, sino fuese porque éste desconocido artista fue el inventor del dazzle painting (pintura deslumbrante), la técnica especifica del camuflaje naval. El dazzle painting, una pintura que normalmente consistía en bandas blancas y negras en distintas direcciones. La finalidad de éstas no era la invisibilidad sino provocar en el enemigo la confusión, no solo del modelo de buque que se estaba viendo sino lo que es más importante, sobre el rumbo de navegación. Los usos del dazzle painting no se limitan exclusivamente a la pintura de buques, el ejército estadounidense lo utilizó como uniforme experimental en la Primera Guerra Mundial, en los años siguientes a su creación fue un patrón muy de moda en las prendas femeninas, recientemente tanto la marca Adidas como Nike revisitaban los diseños dazzle para sus diseños RG3 y Sb Dazzle.
2.
Vestirse una piel para insertarse en un hábitat.
A nadie causa asombro que la fauna de las nieves sea blanca, la del desierto del color de la arena, la langosta de los caminos gris, la de las praderas verde esmeralda como los papagayos de la Amazonia y la serpiente Bothros viridis, y así sucesivamente hasta el infinito. Hay algunos casos apenas más complejos como es el caso de la caballa, que practica lo que se ha venido a llamar contrasombreado, que debe asimilarse a dos fondos: lomo azul oscuro para las aguas profundas del océano y vientre blancuzco color de las aguas superficiales o del cielo.
El animal no hace más que borrarse dentro de un fondo uniforme.
Estos colores, llamados diruptivos , que hacen estallar y dispersan el objeto son extremadamente frecuentes.
3.
Hans Arp detestaba las fronteras, los límites.
“Asqueados por las carnicerías de la Guerra mundial de 1914, nos entregamos a las bellas artes en Zurich .Mientras a lo lejos retumbaba el tronar de la artillería, nosotros cantábamos, pintábamos, pegábamos, componíamos versos frenéticamente. Buscábamos un arte elemental, que curara a la gente de la locura de los tiempos y buscábamos un nuevo orden, que restableciera el equilibrio entre el cielo y el infierno.”
Éstas eran las palabras de Hans Arp mucho antes de predecir si quiera el destino de las formas que en el transcurso de esos años estaba produciendo. El aparato bélico mostraría poco después su interés por los elementos que se enmascaraban mediante el cubismo, no tardaría sin embargo en perfeccionar sus finalidades apoyándose en las formas más flexibles y sinuosas planteadas por el mismo Arp.